Por Armando García
Ernesto Cardenal, poeta nicaragüense visitó San Antonio para dar una serie de pláticas sobre la Revolución Sandinista en su país y para leer algunos de sus poemas en el Instituto de México.
Cardenal es un reconocido poeta quien fungió como el Ministro de Cultura durante el gobierno Sandinista en Nicaragua. Como sacerdote ha sido un fuerte partidario de lo que se conoce como la Teología de la Liberación.
“En Siglo XX se le puso ese nombre porque los obispos latinoamericanos tenían cierto temor a la palabra revolución y prefirieron una palabra menos fuerte”, explicó Cardenal. “Si le hubieran puesto la palabra correcta, Teología de la Revolución, no hubiera necesidad de tantas preguntas sobre su significado”.
“Son los pobres lo que hacen la revolución”, indicó el poeta. “Los movimientos revolucionarios están en problemas. Debido a que el capitalismo ha triunfado en el mundo entero. Y no hay contrincante para este poder monopolista”.
Hace unos 20 años tuve la oportunidad de entrevistarlo en la ciudad de Los Ángeles, y durante una misa, dijo que su inspiración para la lucha revolucionaria, eran los evangelios. Tema que abordó ampliamente durante una plática con estudiantes de la Universidad de UTSA.
“La revolución y el evangelio, para mí es lo mismo”, aseveró Cardenal. “Evangelio significa una buena noticia para los pobres. Así presentó Cristo las buenas nuevas de la liberación. Una buena noticia para los pobres y una mala para los ricos. Es decir una revolución. Cristo era algo subversivo”.
“El Reinado de Dios significaba que vendría un sistema social y político totalmente diferente del que había”, enfatizó Cardenal. “Cristo vino a anunciar un cambio social y político. La liberación de los oprimidos. Es por eso que yo equiparo las revoluciones, cuando son verdaderas, con el evangelio”.
Un estudiante de UTSA, quien dijo ser católico, le informó a Cardenal que era la primera vez que escuchaba sobre el mensaje verdadero de los evangelios. El poeta le preguntó que si había leído el evangelio. La persona aseveró que en su iglesia no le enseñaban el mensaje de los evangelios. Cardenal le contestó: “Es que le están enseñando religión, culto, mandamientos. A cristo le preguntaron cuál el mandamiento más importante y contestó: Amar a Dios y Amar a tu prójimo”.
Recordó que cuando el Papa Juan Pablo II visitó Nicaragua, le dijo a Cardenal que debía regularizar su situación, como sacerdote. “Él me hizo un regaño. Simplemente estaba molesto de que en Nicaragua hubiera un pueblo cristiano participando en la revolución”, dijo Cardenal. “Todos sabemos que este Papa no es amigo de ninguna revolución”.
Reconoció la importante labor histórica que el Sandinismo hizo en Nicaragua. “Con los Sandinistas el Somocismo pasó a la historia”, señaló el poeta. “La Revolución bajó las rentas en un 50 por ciento. La medicina y la atención médica fueron para todos totalmente gratuitas”.
“Al perder los sandinistas las elecciones. Se acabó la revolución. Se volvió a privatizar la economía para pasar a las manos de Estados Unidos y por consecuencia ahora Nicaragua es el segundo país más pobre de América Latina, después de Haití”, explicó Cardenal. “Después de las elecciones muchos de los líderes principales, se corrompieron, se desmoralizaron y empezaron a robar antes de entregar el poder al nuevo gobierno”,
Cardenal dijo que terminó recientemente un libro titulado La Revolución Perdida, que son sus memorias sobre los logros en educación, en salud, en la alimentación, en cultura; de todo lo que se puede llamar bienestar social de la Revolución Sandinista.
La visita de Ernesto Cardenal a San Antonio, fue auspiciada por el Instituto de México, como parte de su ciclo de Maestros de las Letras Latinoamericanas y Españolas. Cardenal leyó algunos de sus poemas ante un numeroso público que aplaudió su lectura.
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